sabato 18 novembre 2006


¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que el encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se dan citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribir o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico.

Rayuela, Julio Cortázar.